La organización de Seo-Birdlife han lanzado una voz de alerta: cada vez hay menos gorriones en nuestras ciudades, y no se trata de un problema local. En Londres, por ejemplo, ya casi han desparecido. Estas aves se extinguen a un ritmo de 14.000 ejemplares menos cada año. Las principales teorías apuntan a la competencia de las palomas, al aumento de la limpieza de las calles o a los nuevos edificios, según un estudio de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birlife). En las áreas rurales también están disminuyendo, pero a menor ritmo. Una de las causas sería la despoblación de los pueblos, el abandono de las tierras de cultivo y el continuo uso de los productos químicos.
En Graffiti en Rojo, Ramón Elosegui, delegado de Seo-Birdlife en Euskadi, explica que en Euskadi abundan dos clases de gorriones, el gorrión común, habitante de las ciudades, y elgorrión molinero, propio de las zonas rurales. Y descubrimos gracias a él que el pinzón es más habitual que los gorriones. No descartemos que sencillamente no distingamos un pajarillo de otro. A todos, sin embargo, les afecta por igual los cambios en el hábitat. La cantidad de alimento disponible, por ejemplo, ha disminuido en nuestras cada vez más impolutas ciudades. Es curioso lo que señala Ramón Elósegui: en Londres ya no hay gorriones en los barrios ricos, mientras que algunos sobreviven en las zonas de renta media más baja. Los niños que meriendan en la calle, entre otros, les están salvando las plumas.
Y mientras a unos les espera un futuro incierto, otra aves proliferan y se convierten en plagas. Los estorninos son buena muestra de ello. Isaac Jimeno, cetrero y director de la empresaFauna Halcón de Zumarraga, explica cómo se utilizan los halcones para espantar a los molestos visitantes
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